Hacerse el científico loco y acoplar todo y cualquier cosa a veces puede llevar a quemarse las alas, pero los magos de BMW parecen dominar las mutaciones. Al principio fue la S1000RR, una moto deportiva que nadie esperaba, pero que desde la primera prueba hizo que las demás motos deportivas parecieran una década mayores. Era imposible que los competidores directos lo batieran a pesar de la falta de experiencia del recién llegado. Luego la familia crece con la roadster, la S1000 R, que aunque pierde 20 CV en la evolución, sigue siendo una máquina de sensaciones endiabladamente eficiente con el rigor de un chasis deportivo. ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.
Sólo, en BMW y en la categoría de maxi trails, la cima de las ventas la ocupa una tal GS, una bicilíndrica plana que aúna confort y prestaciones y que es, sin duda, una de las más vendidas en nuestros países. Lo que ocurrió fue que la S1000R se encontró con la GS y el fruto de su pasión, o más bien el resultado del cruce, está ahora ante ti, la S1000 XR. Una moto trail deportiva con líneas afiladas que dejan pocas dudas sobre su carácter racing, y en esta librea roja, seguramente no es por casualidad un guiño a su competidora directa.
En primer lugar, el motor es un auténtico asesino: 4 cilindros para 999 cm³ y una potencia de 160 CV a 11.000 rpm. Mucho más flexible que un motor bicilíndrico, también se beneficia de su par de 112 Nm a 9.250 rpm para garantizar una aceleración enérgica al menor toque del acelerador. Puedes pasar de 50-60 km/h a más de 120 km/h en menos tiempo del que tardo en escribir esto.
En el modo ‘Road’, la S1000 XR ya estira los brazos al acelerar, pero también hay un modo ‘Dynamic’ que empuja aún más el límite para mantener los ojos pegados a la parte trasera del casco, y agradeceremos al asiento ahuecado que te ayude a permanecer en tu asiento. Como era de esperar, el modo «Lluvia» es mucho menos brutal y hay un modo «Dinámico Pro», pero al que parece que se accede mediante una llave de desbloqueo. De vuelta al cartucho de dinamita, e incluso con la electrónica velando por tu seguridad, sigue habiendo muchas posibilidades de que te lleves el manillar entre los dientes si eres demasiado nervioso con la mano derecha. El modo «Dynamic» también afecta a la suspensión, el frenado y el control de tracción.
Y lo que es más sorprendente, no es necesario ir rápido. Un poco esquizofrénica, la S1000 XR muestra dos caras y puede circular tranquilamente sin hacer ruido. Puede… no debe y, como resultado, nos pasamos y no conseguimos que el consumo de combustible fuera inferior a 6 litros. Bueno, con el bidón de 20 litros no hay de qué preocuparse, pero no es culpa nuestra. ¡No, es por el tubo de escape! Qué idea la de incitarte con una suave melodía en los oídos de un motero a dar gas, peor, en modo ‘Dynamic’, se proporciona un sistema para reinyectar parte del gas y hacer que se tire pedos como una moto de competición. El motorista es débil… imposible resistirse a la tentación.
Hablando más en serio, la S1000 XR también tiene un aire a GS con un asiento quizás menos cómodo, pero aún así más que la roadster o la deportiva. Si es bastante bajo, bueno eso es relativo a 840 mm (sólo un poco más bajo que el GS), también es muy profundo y la parte trasera es aún más alta. En otras palabras, tienes que levantar mucho la pierna para subirte, a menos que la lances directamente sobre el asiento del piloto. Es increíble estar en el manillar con los pies en el suelo y no tener que esforzarte para subir y bajar. Su forma también limitará el movimiento lateral y los fans del roce deslizante se sentirán decepcionados.
Pero puedes conducir durante un día entero sin quejarte de tu trasero.
Y eso no es todo, si los paramanos son opcionales (algo mezquino teniendo en cuenta el precio de la moto), no es el caso de la burbuja que se puede ajustar en dos posiciones sin necesidad de herramientas, pero no metas los dedos en ningún sitio, te arriesgas a un desagradable pellizco cuando se bloquea en la posición alta o baja. Un piloto de 1M80 probablemente lo dejará puesto y aunque no te salvará del viento como el parabrisas de la R1200 RT, te protege bastante bien.
También en el aspecto práctico, hay una toma de 12 V, un gran portaequipajes (opcional) y portaequipajes (opcional) y un caballete central.
Y eso no es todo, como dice el anuncio, además de los 3 modos de conducción (Rain, Road y Dynamic), también puedes contar con el pro shifter para hacerte la vida más fácil permitiéndote subir y bajar marchas sin embrague. Tienes que empujar un poco más fuerte con la bota, pero la palanca del embrague sólo se debe utilizar para arrancar y parar y eso es bueno. Usar la palanca en lugar de la palanca de cambios se siente extraño en la mano, como si fuera una pausa.
Para los viajes largos, BMW ha añadido control de crucero como en la RT e incluso puños calefactables para el invierno. Opcionalmente, puede instalar el GPS en el marco de la burbuja. Si se instala correctamente, también puede controlarse mediante el mando añadido al panel de control izquierdo. A diferencia del RT, esta vez sólo se utiliza para la navegación y no interviene en el salpicadero.
Todo está diseñado para sacarle el máximo partido. Incluso el chasis se sale de lo común con su cuadro de aluminio y su horquilla invertida de 46 mm totalmente ajustable. Los recorridos de 150 mm (delante) y 140 mm (detrás) garantizan una buena amortiguación en los baches y, para hacer las cosas aún más especiales, la S1000 XR está equipada con un modo ESA dinámico (sí, como el carto).
Este sistema permite ajustar directamente las suspensiones en función de un montón de parámetros: velocidad, ángulo, condiciones de la carretera (mediante compresiones)… en resumen, lo calcula todo y atornilla la moto sobre un raíl, incluso en curvas sobre un mal firme, lujo y sobre todo eficacia de farol. A decir verdad, una vez que lo has probado, ni siquiera vuelves al modo estándar. Ni una sola vez durante una semana de pruebas nos sorprendió un mal rebote, al fin y al cabo la tecnología es buena.
Los frenos tampoco se quedan atrás, con discos de 320 mm, pinzas radiales de 4 pistones delante y una pinza de 2 pistones de 265 mm detrás, todo de Brembo y completado con Pro ABS para una seguridad aún mayor. Incluso te permite tocar el freno en curva, pero tampoco como un cerdo, no exageres. El error humano no tiene límites, pero la electrónica sí.
Además, dadas las prestaciones del motor, que te catapulta a velocidades prohibidas con un solo golpe de acelerador, no olvides que necesitas espacio para detenerte, especialmente con una moto que pesa 228 kg (en orden de marcha).
Si no sientes el peso al conducir, está muy presente al frenar y cuando tienes que moverla con el motor apagado. Con su gran manillar, sigue siendo muy maniobrable, permitiendo rápidos cambios de ángulo y estabilidad en curvas rápidas, sólo en el aparcamiento requerirá agarre.
Casi nos olvidamos de hablarte del salpicadero, que cuenta con un gran cuentarrevoluciones y una luz de cambio ajustable. La pantalla LCD muestra toda la información útil: velocidad, marcha engranada, modo de conducción, tiempo, temperatura de refrigeración, trayectos, consumo de combustible y velocidad media, e incluso un cronómetro (¿conduces la S1000 XR?).
Sólo podemos lamentar que no se muestre el modo de suspensión, pero como casi nunca se cambia, nada grave.
Otra sorpresa, la luz LED es una fila vertical entre las dos luces delanteras y corta el faro clásico cuando lo enciendes. Este se vuelve a encender solo cuando llega la noche, ¡mágico!