En la familia MT, probamos la más joven MT-07, la viajera Tracer y sólo faltaron en nuestra lista la pequeña MT-125 o la hermana mayor MT-09. ¿Y adivina qué elegimos? La MT-09 Street Rally Edition. Hermano y hermana, tanto en común y a la vez tan diferentes, eso resume bastante bien la situación de la familia MT. La MT-09 parece corta, esbelta y ligera al máximo con el mínimo de carrocería. Incluso si nuestra Street Rally gana una pequeña cubierta de motor, un alerón bajo el faro y una increíble cabeza de horquilla que se extiende hasta los guardamanos, estos son sólo trucos para hacerla parecer aún más atractiva. Y por si fuera poco, Yamaha añadió este escape Akrapovic como opción. De verdad, es cruel, ¿cómo no caer en la trampa? ¿Buscas una moto de ocasión? Encuéntralas todas en el concesionario de motos segunda mano Crestanevada.
Con una librea gris y azul como las motos deportivas, la MT-09 huele a moto de carreras. Súbete rápidamente al sillín para probarlo. Primera sorpresa, estamos sentados más bajos, a 815 mm en lugar de los 846 mm de la Tracer, tampoco es sorprendente pero lo agradecemos.
El salpicadero también es más pequeño, desplazado a la derecha, pero el tamaño no lo dice todo, ya lo sabes. Es bastante completo, totalmente digital, muestra la velocidad, un cuentarrevoluciones, la marcha engranada, el modo de mapeado, el reloj, los viajes o el consumo e incluso un manómetro. Realmente no vemos qué más podríamos pedir, ¿una gran luz de cambio tal vez? Por otro lado, no hay control en el manillar, si quieres ver el consumo de combustible en lugar del recorrido, tendrás que pulsar el botón situado en la parte inferior del velocímetro.
Sentado en posición vertical con las piernas ligeramente flexionadas, la postura es bastante cómoda y da confianza. Vamos despacio con la maneta derecha, nos avisaron en Yamaha, es el mismo motor que la Tracer pero con unos kilos menos y sin control de tracción… ufff. El tricilíndrico de 847 cc sigue desarrollando 115 CV a 10.000 rpm, no es que deba asustarnos, pero la discreta sonrisa que se nos dibujó en la cara cuando nos hablaron de él debía de esconder algo. ¿Unos kilos? Si comparas las fichas técnicas, pasas de los 210 kg de la Tracer a los 191 kg de la MT-09 clásica, ¡menuda dieta!
¡El motor ya empujaba fuerte con el Tracer y aquí es aún peor! En las primeras marchas, girar la manivela en grande te catapulta enviando la rueda delantera hacia las estrellas, ¡es mágico! De repente, una duda, ¿estamos ahora en modo A? Bueno, en realidad no, seguíamos en modo «estándar». Ah, sí, así que en el modo A será aún más brutal.
Como probador, tuvimos que probarlo y tenemos que admitir que no tuvimos que forzarnos. A plena potencia, la MT-09 empuja muy fuerte al acelerar, tienes que cargar la parte delantera, agarrarte y apretar todo lo que puedas porque con el asiento de una sola pieza y sin relieve, el piloto no tiene nada a lo que agarrarse y no es raro sentir que te deslizas hacia atrás. Avisa a la pasajera, no debe caerse del sillín a la primera aceleración. No busques velocidades muy altas, prefiere la aceleración y la aceleración desde parado, ahí es donde le sacas más partido.
En cualquier caso, no aburre y con el sonido del Akrapovic, se abusa totalmente. Realmente no es bueno para el carnet, aunque no haya nada que te anime a conducir a velocidades locas, lo que le gusta son las carreteras pequeñas, las curvas, las aceleraciones a la mínima de las rectas.
Pero lo que también se resiente, aparte de que los brazos se alargan, es la autonomía. La MT-09 sólo tiene 14 litros, 4 menos que la Tracer, y cuando vimos que la reserva se encendía a los 160 kms, pensamos que quizá nos habíamos pasado un poco.
Hay que decir que no apetece rodar rápido, si no se tiene en cuenta la presión del viento, e incluso entonces, porque la pequeña cabeza de la horquilla, por original que sea, también juega su papel. Lo principal es que esta MT-09 es fácil de conducir, abierta a todos tus caprichos. ¡Ordénalo y obedece!
Con su peso ligero y su parte ciclo, es realmente muy fácil de manejar. La preciosa horquilla invertida azul de esta versión y el monoamortiguador parecen sujetar la moto al suelo, excepto al acelerar, donde se nota que el manillar se suelta. Cuidado con el manillar amigo principiante: ¡si no lo dominas, no lo abrirás!
Las mismas suspensiones también contribuyen al confort general y no hay quejas al conducir la MT-09. Los pilotos más deportivos (o cabreados, según el caso) podrían quejarse de la relativa suavidad de la MT-09, pero te permite disfrutar de la moto en el día a día sin tener que preocuparte de la primera carretera en mal estado, como ocurre a veces con las roadsters deportivas que se pegan aún más a la carretera pero te masacran la espalda a la mínima irregularidad de la superficie asfaltada. Nada de eso aquí, se necesita una compresión seria para que sea desagradable.
El frenado también es el mismo que en la Tracer y, obviamente, con el aumento de peso, frena aún más fuerte. Los discos dobles de 298 mm son fiables y no se debilitan ni siquiera después de unas cuantas frenadas fuertes. Aquí también tendrás que controlar tu esfuerzo, aunque el ABS esté al acecho.
Por cierto, hemos querido volver a medir el consumo de combustible y esta vez hemos encendido el depósito a 197 y hemos puesto 10,5 litros, que ya es más razonable, ¿no? Por último, habríamos aceptado unos kilos de más con el depósito de 18 litros de la Tracer.
Con un precio de 9.290 euros, la Street Rally es un poco más cara que la moto base, pero hay que añadir el Akrapovic (1.228 euros) y los portaplacas (133 euros) y deslizadores de motor (206 euros) para conseguir lo mismo que la de la prueba.
Pero ¡qué placer, qué paseo tan fácil! Si no sales de viaje con tu moto, si la palabra protección se limita a tu ropa, si te gustan las sensaciones sin ser un fanático de la velocidad, la MT-09 es una máquina para probar absolutamente y dado su precio, la competencia puede tener dificultades para seguirla.